Después del reconocimiento público por parte de Apple de que
ha iniciado una investigación en relación con el robo de imágenes personales que
ha tenido ( véase diario Cinco Días: http://cincodias.com/cincodias/2014/09/02/lifestyle/1409644990_592935.html
), de la consiguiente bajada del 4% de la
valoración bursátil de la compañía y del
impacto en cuanto a la protección de datos de carácter personal (LOPD) vigente en el ámbito de la Comunidad Europea,
¿ qué vamos a hacer con nuestros datos
que tenemos en los entonos “Cloud”?.
Por un lado está muy bien, y es muy cómodo todos estos servicio
“gratuitos” (¿gratuitos?) que se nos
ofrecen en Internet para almacenar datos,
pero por nombrar a tres de los más populares Dropbox , iCloud o el SkyDrive de Microsoft poseen unas limitaciones técnicas de almacenamiento
de 2 , 5 y 15 Gbytes respectivamente.
Cantidades que obviamente son escasas. Recordemos que tenemos unidades de “pen-drive”
de 34 y 68 Gbytes con las que andamos a diario en nuestros bolsillos.Aparte de esta limitación en la capacidad de almacenamiento tenemos que tener presente en todo momento que si almacenamos datos de carácter personal, con independencia de la importancia que le demos a los nuestros, que la responsabilidad legal y por consiguiente penal en materia de LOPD es nuestra.
Dropbox ha modificado recientemente sus
cláusulas y ya no poseemos el derecho de reclamación judicial que teníamos frente a un fallo por su parte, .. y a la pregunta . . ¿qué pasaría si sus servidores, donde están nuestros
datos, fueran atacados por un hacker?, la respuesta es clara: nosotros somos los repsonsables.
No olvidemos la existencia de un borrador, de la Comisión Europea, que vela por la
protección de dichos datos de carácter personal que va a unificar las políticas
sancionadoras en todos los países miembros.
En España estas sanciones económicas son de
las más altas de Europa, si bien no conllevan penas de cárcel como en Suecia o
Chipre, pero pueden llegan en la actualidad a 600.000 € o
podrían ser del 2% de la facturación anual de la compañía según el dicho
borrador.
Frente a toda esta problemática tenemos una alternativa que
pasa por la creación de nuestra nube privada en la
que el control estaría en nuestras manos y no tendríamos más limitación de
almacenamiento que la quisiéramos nosotros. Sabríamos a ciencia cierta quién está
accediendo en cada momento a la información que
guardo en mi “nube”. Tendría la posibilidad de encriptar con una
contraseña segura los datos que yo decidiera. Y la cuestión económica, por último, de cuanto me costaría se salda con una recuperación de la inversión en un
período de tiempo inferior al primer año de uso.
Quizás el único pero que se le pudiera poner, hoy en día,
pero con unas trazas de solución muy grandes con el despliegue que están
realizando las Teleco de fibra óptica
sería el ancho de banda que pudiéramos necesitar para mover grandes cantidades
de información si lo hacemos en un sitio que no sea nuestra empresa donde
tenemos alojado nuestro servidor con nuestra nube. Si estamos en el mismo sitio
físico que donde nuestra nube este pero no existiría.
Por todo lo expuesto: Mejor nube privada !
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